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miércoles, 12 de octubre de 2011

Cómo mejorar la autoestima 2/3

“Un camino hacia nuestra autoaceptación”
(2da parte) 

Continuando con la segunda entrega…

Conclusiones apresuradas: El problema con esta distorsión cognitiva consiste en que tratamos de adivinar lo que los demás piensan de nosotros.

Muchas veces al interactuar con las demás personas interpretamos erróneamente sus actitudes, tal como el tono de voz, el lenguaje corporal, etc. y lamentablemente una persona que tiene esta distorsión cognitiva “se da cuenta” de lo que su interlocutor piensa de él o ella y en la mayoría de los casos, lo que “piensa” es algo malo de ellos.

Una persona con baja autoestima que usa esta distorsión cognitiva, piensa que los demás tienen muy mal concepto de ellos y se van retrayendo del ambiente social, cosa que trae como consecuencia que los demás perciban su alejamiento y ellos también se alejen de él o ella, trayendo como consecuencia que se refuerzan sus pensamientos y convicciones de que los demás piensan mal de ellos y no son personas deseables.

Estrategia: Si tienes una duda sobre lo que los demás piensan de ti, es mejor aclararlo. La mayoría de las veces nos sorprenderemos de cuan equivocados estábamos sobre lo que creímos adivinar al aclarar oportunamente cualquier mal entendido. Por eso es importante que tengas un concepto realista y positivo sobre tu persona.

Magnificación o minimización: Consiste, en relación a la baja autoestima; en minimizar todo aquel comentario favorable hacia nuestra persona y en magnificar cualquier error que cometemos o cualquier comentario desfavorable hacia nosotros.

Estrategia: Debemos hacer una práctica personal el aceptar los elogios verdaderos hacia nuestra persona, dando gracias por ello y por otro lado, deberíamos “aflojarnos” un poquito en la severidad con que nos juzgamos y en la importancia que le demos a los comentarios negativos de los demás. Acordémonos que hay personas que no les ha ido muy bien en la vida, que están frustrados y tienden a decir cosas negativas hacia los demás sin que necesariamente sean ciertas.

Ojo, tampoco vamos a adjudicarnos cosas buenas sobre nosotros que no son ciertas, porque si así lo hacemos y aún las magnificamos, correremos el peligro de caer en la autoestima inflada y esa…¡No es buena!