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martes, 31 de mayo de 2011

Por qué es irracional y autodestructivo tratar de ser perfecto

Todos los sistemas involucrados en el universo conocido hasta ahora son conocidos como imperfectos. Basta recordar el concepto de entropía, en donde no es posible que un sistema transforme un tipo de energía a otro con una eficiencia del 100%, ya que durante el proceso de transformación, una parte de esa energía se convertirá o manifestará en otro tipo de energía distinta a la que deseamos obtener. Por ejemplo, para convertir la energía eléctrica en luz en una bombilla eléctrica, mucha de esa energía no se convertirá en luz, sino que debido a la naturaleza del principio con el que se produce la luz en este tipo de luminarias, parte de esa energía se convertirá en calor.
El perfeccionismo se define como la creencia de que la perfección puede y debe ser alcanzada. En su forma patológica, es la creencia de que cualquier cosa por debajo de un ideal de perfección es inaceptable, sin embargo, resulta altamente improductivo tratar de esforzarnos en nuestra vida diaria en realizar actos que lleven el toque de perfección, ya que se trataría de una verdadera utopía debido a que a pesar de que el hombre es un ser perfectible, nunca podrá ser perfecto.


Tomando en cuenta lo anterior, se me viene a la mente la pregunta ¿Por qué esforzarme en ser perfecto o en no equivocarme en lo que hago? ¿Realmente he logrado ese propósito o solo me ha llevado a la frustración? La respuesta es clara y evidente, aunque no es así de clara al principio, es decir, cuando estamos atrapados en nuestra prisión psicológica de la fantasía de no equivocarnos. Por lo anterior, quiero enunciar algunas razones por las que es irracional y autodestructivo tratar de ser perfecto, con la finalidad de identificar claramente las razones que justifican el dejar el “perfeccionismo” y optar por vivir en el “termino medio”.

Entre las razones  que vienen a mi mente encuentro las siguientes:
  • A manera de silogismo, puedo decir que nada en el universo conocido es perfecto, yo soy parte de ese universo, por lo tanto, yo soy imperfecto.
  • Tratar de realizar algo perfecto, es solo una ilusión que va en contra de la realidad y que solo me llevará a la frustración en cuanto cometa un seguro error.
  • El temor a equivocarme puede producir una especie de parálisis física o mental, que no me permitirá vivir la vida ni realizar mis proyectos y/o anhelos.
  • Tanta frustración por querer la perfección y no lograrla, producirá en mí efectos negativos…¿Cómo?...Pues un pensamiento negativo (cognición), me lleva a un estado de ánimo decaído que a su vez, activará mi Sistema Nervioso para que segregue ciertos neurotransmisores, mismos que a la larga, a niveles altos y por periodos prolongados en mi cuerpo, afectarán mi salud física.
  • Viviría con una carga irreal en lo que realice y además no podría disfrutar de lo que haga.
  • No disfrutaría cuando realice algo al 50% de eficiencia por ejemplo, aunque haya valido la pena el esfuerzo.
  • Siendo la vida tan maravillosa y relativamente corta, no vale la pena que la viva recriminándome por no haberla vivido “perfectamente”.
  • Las personas que más estimo o amo, sufrirán por mi actitud perfeccionista ya que no conozco a nadie que sea feliz junto a una persona con tales actitudes.
Por lo anterior, concluyo que para vivir la vida con una buena calidad, en necesario librarse de la actitud perfeccionista y en vez de ella, optar por vivir una vida en la que disfrutemos de lo que hagamos, que disfrutemos el proceso, independientemente del resultado obtenido. Por ejemplo, si recordamos la historia del viajero que se dirige hacia una montaña, le resultaría muy provechoso no fijar su vista plenamente en la misma, si no que a sabiendas de adónde se dirija, pueda tomarse el tiempo para admirar el paisaje del camino, de oler la fragancia de las flores, de escuchar el ruido de un riachuelo o inclusive de bañarse en él e independientemente de si finalmente llegó a la montaña, si llegó en el tiempo estimado, si lo hizo por el camino que inicialmente trazó, etc, pueda sentirse satisfecho de lo realizado, sin recriminarse a sí mismo y con la experiencia gratificante de un viaje placentero.

Más adelante escribiré algunas alternativas para dejar el perfeccionismo.

¡Un abrazo!

3 comentarios:

  1. soy una persona mui perfeccionista, eso me llevo a los transtornos alimenticios, depresion y miles de problemas mas. sinceramente mi condicion no se ha visto muy mejorada ke digamos, pero espero ke esto le sirva a quienes van con esa tendencia a llevarse las cosas mas leve. yo por mi parte deseo empezar a vivir, quiza lo logre...

    buen blog!

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  2. esta muy bien la informacion

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