“¡Pero es que
lo amo!”
No hay nada más triste en
una relación de pareja, que el hecho de que mantengan una relación enferma de
codependencia. En los matrimonios y noviazgos, existe un número alarmante de
casos en que un miembro de la pareja sufre, sin muchas veces reconocerlo; de
maltrato físico o psicológico (emocional) y aún así, se dice profundamente
enamorado o enamorada de su pareja.
Para una persona “normal”,
resulta ilógico el que alguien que es maltratado, se mantenga afectivamente
ligado a la persona que lo maltrata, sin embargo, en la práctica…¡Esto sucede
mucho!
¿Qué es codependencia?
Vamos a comenzar por definir
lo que es codependencia. Por codependencia podemos entender una condición
psicológica en la que una persona focaliza toda su atención, preocupación y
cuidados en otra persona, y en ese proceso, niega sus propias necesidades,
anteponiendo las de la otra persona a las suyas propias.
Cuando durante la infancia no
se ha tenido una relación sana con la familia propia, es decir, no ha habido un
desarrollo psicoafectivo según lo esperado, entonces crecemos carentes de la
capacidad para valorarnos, de hacer respetar nuestros derechos, de reconocer
que somos merecedores de vivir la vida lo más plenamente posible. Por ejemplo,
una mujer que de niña recibió maltrato por su propio padre, quien se supone la
debería de proteger y amar, que observó como papá maltrataba a su mamá, que
“aprendió” que el hombre es así; tendrá una inclinación a terminar casada con
un hombre con esas mismas características. Es difícil de explicar en este
artículo el porqué de esto, por lo que más adelante lo explicaré en otro. Por
lo pronto me concreto a decir que de alguna manera la mujer o el hombre
aprenden, a manera de mecanismo de defensa, a negar sus emociones para no tener
que enfrentar la cruda realidad y en ese proceso, quedan expuestas ante los
abusadores, ya que no pueden aceptar que merecen respeto por parte de los
demás.