Una visión integrativa del concepto de "éxito"
Quisiera iniciar este artículo
citando un relato del Dr. Charles Stanley en su libro “El éxito a la manera de
Dios”, en el cual menciona que en el año de 1923 se citaron seis de los hombres
más ricos de Estados Unidos en un hotel de Chicago. Estos hombres eran
admirados en su nación y tomados como ejemplo para los niños y jóvenes. Creo
que fueron hombres que trabajaron muy duro para poder amasar la fortuna que
ostentaban, sin embargo ¿podríamos decir que sus vidas fueron de éxito?
A
continuación mencionaré a algunos de ellos y la forma en que terminaron sus
vidas. Ustedes saquen sus propias conclusiones:
- Charles Schwab, quien fue presidente de la siderúrgica más grande del país. Los últimos cinco años de su vida vivió con dinero prestado ya que perdió su riqueza.
- Richard Whitney, quién fue presidente de la bolsa de valores de Nueva York, terminó los últimos años de su vida en la prisión de Sing-Sing.
- Albert Fall, quien era miembro del gabinete presidencial, fue puesto en prisión y al final de su vida fue indultado para que pudiera morir en su casa.
- Jesse Krueger, quien era director del monopolio más grande del mundo, se suicidó.
- Leon Frasier, quien fue presidente del Bank of International Settlement, se suicidó.
En lo personal, creo que
podríamos cuestionar su definición de éxito. Cuando una persona termina
atentando contra su propia vida, es porque ha llegado a límites de sufrimiento
y pena emocional que lo llevan a intentar desaparecer el dolor a costa de su
propia vida, es un extremo de una mala solución para lidiar con los problemas.
Cuando una persona termina en prisión por deshonestidad, su moral y reputación
han sido destruidas, provocando uno de los peores estados anímicos en el
individuo. Cuando una persona fija su éxito en las riquezas exclusivamente y
llega a perder estas ¿cómo creen que se sentirá en ese momento?, ¿Exitoso tal
vez?, ¡yo no lo creo!
Como lo he mencionado en el
artículo “Del tener al ser”, no es malo tener riqueza material, sin embargo,
esto no es un sinónimo de éxito. Existen muchos jóvenes con problemas de
alcoholismo o drogadicción que vienen de familias adineradas…¡Pero
desintegradas!
