Abuso sexual infantil

Prevención, detección y tratamiento

Uno de los temas que más dolor e indignación causa a la sociedad es el tema del abuso sexual a menores de edad, no queriendo decir con lo anterior que el abuso sexual a personas adultas sea menos grave, pero sí en el sentido de que se daña a lo más puro y cercano a la imagen de Dios que tenemos…¡Nuestros niños!

Iniciaré diciendo que abuso sexual es cualquier actividad de índole sexual entre dos o más personas sin consentimiento de una de ellas.

Citando a la Dra. Dora Santos Bernard, se considera abuso sexual infantil a “los contactos e interacciones entre un niño y un adulto, cuando el adulto (que es el agresor), usa al niño para estimularse sexualmente él mismo, al niño o a otra persona.

Ojo, el abuso sexual también lo puede cometer un menor de 18 años, cuando es significativamente mayor que el niño víctima o cuando el agresor está en posición de ventaja sobre su víctima.

Lamento informarles que distintas estadísticas de varios países, arrojan datos similares, reflejando estos que alrededor de un 39% de las niñas de la población y el 29% de los niños han sufrido abuso sexual. Estas estadísticas son realmente espantosas ya que si nos ponemos a hacer cuentas, casi 4 de cada 10 niñas que conocemos y 3 de cada 10 niños que conocemos han sufrido, sufren o sufrirán este terrible flagelo de la sociedad.

Este artículo lo escribo para que “abran muy bien los ojos”, y tomen las precauciones pertinentes para evitar que se presente el abuso en los niños que están bajo nuestro círculo de control o incluso, en nuestro círculo de influencia.

¿Quiénes son generalmente los abusadores?

Presten especial atención a esta pregunta, ya que increíblemente (o tal vez no tan increíble y sí bastante obvio), los abusadores o victimarios generalmente son personas conocidas de la familia de la víctima y por si fuera poco de “su confianza”. Esto es un problema aún mayor para el menor ya que algunas personas no creen a las víctimas e incluso llegan a defender al agresor quien cobardemente hará todo lo posible para destruir la confianza del menor a fin de que no se atreva a hablar con alguien del martirio que está sufriendo. Estos “cobardes astutos”, usarán estrategias como:

• Amenazar al menor con hacerle daño si lo delata.
• Amenazar al menor con hacerle lo mismo a un hermano o hermano si lo delata.
• Amenazar al menor con asesinar a sus padres.
• Destruir la autoestima del menor y confundirlo haciéndole creer al niño o niña que disfruta del abuso.
• Le asegura que nadie le creería si lo trata de delatar, entre otros.

¿Cómo saber si un menor está sufriendo abuso sexual?

La lista que menciono a continuación está dividida en dos secciones, una es de indicadores en el comportamiento del menor y la otra se refiere a indicadores físicos.

Solo quiero hacer la aclaración de que se pueden manifestar algunos de estos indicadores en algún niño y esto no indica con seguridad de que esté sufriendo abuso sexual. En relación a los indicadores físicos, el mejor para determinar si hay abuso sexual es un médico pediatra y en el caso de los indicadores de conducta, el mejor profesional calificado para determinar si existe abuso sexual es un psicólogo.

Una vez aclarado lo anterior, les enlisto los indicadores.

Indicadores del comportamiento de  menor que sufre abuso sexual:

• Masturbación excesiva
• Conocimientos y conducta sexual impropios para su edad.
• Interés excesivo en temas de connotación sexual o evitacíon sobre hablar de este tema.
• Desorden alimenticio (Anorexia nerviosa, bulimia, falta de apetito).
• Incapacidad para controlar esfínteres.
• Mala calidad del sueño (insomnio, miedo nocturno, pesadillas).
• Llanto continuo.
• Agresividad manifiesta o mucha irritabilidad.
• Temor o rechazo hacia alguna persona.
• Bajo rendimiento escolar.
• Desconfianza en sí mismo, es decir, muy baja autoestima.
• Negarse de manera notoria a ir a la escuela.
• Asociación delictuosa, es decir, juntarse en pandillas para cometer delitos.
• Manifestación de abuso sexual representado en sus dibujos, juegos o fantasías.
• Comportamiento suicida.
• Cambios constantes en su estado de ánimo.
• Cambios severos en su comportamiento.

Indicadores físicos en menores que sufren abuso sexual:

• Dificultad para sentarse o caminar (implicando dolor ganital).
• Lesiones, desgarros o magulladuras en sus órganos sexuales.
• Irritación del área ano-genital.
• Infecciones en zonas genitales y urinarias.
• Presencia de enfermedades venéreas.
• Presencia de esperma en cuerpo o ropa.
• Embarazo (bastante obvio ¿no?)
• Dificultades manifiestas durante la defecación.
• Hemorragias por vagina o recto.
• Ropa interior manchada o rota.
• Hematomas (moretones), en el cuerpo, especialmente en las zonas genitales.

Por favor, estemos atentos de quienes son las personas mayores con las que interactúan nuestros niños, estas personas van desde maestros, entrenadores, tíos, abuelos, padrastros, madrastras, amigos cercanos de la familia, la chica del aseo, el jardinero, el albañil, y la lista sigue.

Prevención del abuso

Lo mejor de lo mejor es la prevención del abuso sexual y para ello les recomiendo lo siguiente:

• En la medida de lo posible no dejemos a nuestros hijos solos con nadie que no seamos nosotros, es decir, sus padres (¡ojo con los padrastros!).
• Platicar de una manera entendible con nuestros hijos, explicándoles que hay personas “enfermas de la mente” que a veces quieren molestar a los niños o niñas, haciéndoles tocamientos, o diciéndoles cosas que los incomodan.
• Decirles cómo reaccionar, que abandonen calmadamente el lugar e inmediatamente nos vayan a contar lo que les dijeron o hicieron. Decirles que les tenemos toda la confianza a ellos, que les creemos y que nos gustaría que nos tuvieran la confianza a nosotros para contarnos si algo así les pasa.
• Ensayar situaciones simuladas usando las estrategias de estas personas enfermas hasta que sepan bien cómo actuar.
• Explicarles que solo nosotros sus padres los podemos abrazar cuando estamos solos, pero que ningún otro adulto los puede abrazar cuando estén solos.
• Explicarles que ningún adulto mientras les platica algo, les esté tocando la pierna.
• Reforzar la comunicación con nuestros hijos, hay que saberlos escuchar aunque nos cuenten cosas que no se nos hacen interesantes. Es importante que aprendamos a escucharlos, si no, cuando realmente sea algo importante, ya no nos tendrán la confianza de platicárnoslo ya que el puente de comunicación está roto.

¿Qué hacer con un niños víctimas de abuso sexual?

Independientemente de proceder legalmente contra el abusador, es importantísimo que el o la menor sean sometidos a tratamiento psicológico con alguien capacitado para trabajar una problemática de tal magnitud. Un niño o niña que no es ayudado en terapia se convertirá en un adulto con muchos problemas psicológicos, entre ellos:

• Desordenes alimenticios.
• Problemas de identidad sexual.
• Baja autoestima
• Trastornos de ansiedad (tricotilomanía, autolesiones, entre otros).
• Trastornos del estado de ánimo (depresión por ejemplo).
• Trastornos de control de impulsos.
• Otros más.

Ahora bien, el apoyo psicológico es importantísimo, pero más importante es el amor incondicional de sus seres queridos tales como sus padres y familiares cercanos.  Por otro lado, si me permiten una opinión muy personal y que corresponde a mis firmes convicciones..¡Es importantísimo el apoyo espiritual! Siendo más claro, debemos apoyarnos en Dios para que ayude a esta pequeñita alma a transformar ese evento traumático en algo que solo sea cosa del pasado pero que no le cause un problema en su presente y por ende no determine un mayor impacto en su futuro.

¡Cuidemos a nuestros niños y niñas! Son nuestros maestros en cuanto a saber perdonar, a no guardar rencor, a no preocuparse por tantos afanes de la vida, a sonreír sin hipocresía, a brindar amor sincero. Cuidémoslos y roguemos a Dios que no permita que ninguna vez sufran de abuso sexual.

¡Un abrazo!