Insomnio y calidad del sueño
La
calidad de nuestro sueño mientras dormimos es de vital importancia para
nuestra salud mental, ya que si no es buena nos puede causar serios problemas
de estado de ánimo, cansancio, dificultad para concentrarse, problemas
cardiovasculares, bajo rendimiento intelectual y estados de somnolencia durante
el día que en el mejor de los casos nos puede causar un evento bochornoso al
quedarnos dormidos por ahí, o en el peor de ellos puede llevarnos a provocar un
accidente. Por el contrario, cuando tenemos un sueño reparador, nos encontramos
anímicamente más alegres, alertas, nuestro rendimiento intelectual es óptimo y
nos sentimos físicamente con más energía entre otros, de ahí que podemos
concluir que la calidad de sueño no se refiere solamente a poder “dormir bien”,
sino a nuestro buen funcionamiento durante el día.
Bueno,
desde un punto de vista bien conocido por muchos, es decir, desde el punto de
vista fisiológico, podemos decir que el sueño lo podemos dividir en:
- El sueño de ondas lentas (NREM por sus siglas en inglés)
- El sueño de movimientos oculares rápidos (REM por sus siglas en inglés), que representa la forma más profunda de sueño, donde se producen estimulación de los órganos sexuales y se desarrollan los sueños.
Desde
el punto de vista comportamental, Buela Casal y J. C. Sierra en “Escalas para
evaluar la activación-somnolencia, 1994 pp.13-19”, proponen un modelo que está
determinado por cuatro dimensiones diferentes, este modelo es el que quiero
comentarles ya que si lo entendemos nos ayudará a poder entender el mecanismo
del sueño y a poder establecer estrategias claras para poder mejorar la calidad
del mismo. Este modelo es el siguiente:
- Tiempo circadiano u hora del día en que se duerme (¿cuánto duerme la persona y a qué hora?)
- Factores intrínsecos al organismo (edad de la persona, sus patrones de sueño y su estado de salud física)
- Conductas que facilitan o inhiben el sueño (¿qué hace para dormir?)
- El ambiente donde se duerme
Visto gráficamente lo podríamos ver de la siguiente
manera:
A
continuación les hablaré de cada uno de ellos:
¿Qué hacer para mejorar el
tiempo circadiano?
Acostarnos
y levantarnos siempre a la misma hora, es decir, aunque nos hayamos desvelado,
tendremos preferentemente que levantarnos a la misma hora. También tendríamos
que pensar en conseguir un trabajo donde laboremos en horario diurno.
Organismo: Es
de vital importancia reconocer que dependiendo de la edad, los requerimientos
de horas de sueño varían drásticamente, por ejemplo, un recién nacido y hasta
el año de edad, requiere de hasta 17 horas de sueño y esta demanda va
decreciendo hasta estabilizarse en la edad de 20 años y hasta la edad senil,
donde el requerimiento es de 7-8 horas de sueño.
Las
personas de la tercera edad dormirán después menos horas que el promedio
anterior. De ahí que por ejemplo, en los ancianos, es importante reconocer que
si se van a dormir temprano, probablemente al transcurrir 5 o 6 horas de sueño
se van a despertar y por lo tanto se la van a pasar de “pesadilla” el resto de
la noche. Imagínense que se acuesta a las 9:00 p.m…¡Entonces se despertará a
las 3:00 a.m.! De ahí que muchos ancianos desarrollan actividades intelectuales
durante sus horas de vigilia en la noche y de esa manera no se la pasan tan
mal.
Otro
factor importante a considerar es la personalidad del individuo, ya que está
demostrado que los individuos con personalidad tipo “A” (los orientados al
logro, obsesivos con lo que hacen, aguerridos, perfeccionistas, cumplidores,
etc.), se llevan sus proyectos a la cama, pensando en lo que harán y
lamentablemente sin predisponer a su cerebro a que genere otro tipo de ondas
relacionadas al sueño debido a su actividad intelectual.
Conductas (¿qué hacen para
dormir?):
Existen
prácticas que son facilitadoras del sueño y otras que no lo son. Conocer estas
prácticas es también muy importante para poder crear un estado óptimo para
poder conciliar el sueño. A continuación mencionaré para ambas, las más comunes:
Conductas facilitadoras
del sueño:
- Una adecuada alimentación
- Práctica de ejercicio entre 4 y 6 horas antes de acostarse.
- Tener un ritual de sueño, es decir, una rutina tal como bañarse antes de ir a la cama, escuchar música relajante, etc.
- Practicar alguna técnica de relajación tal como la técnica de relajación muscular progresiva
- Meditar cuidando la respiración, la cual debe ser relajada y diafragmática (no torácica)
- Orar o rezar si practicas alguna religión, poniendo en Dios tus preocupaciones y agradeciendo por lo que recibiste en el día
- Tomar leche tibia o algún té de origen natural que sea relajante
- Comer moderadamente pero sí comer, ya que ir a la cama con hambre o con un sentimiento de hastío promueve el insomnio
Conductas inhibidoras del
sueño:
Realizar
ejercicio físico y sobre todo intenso, 1 o 2 horas antes de ir a la cama
- Tomar alcohol antes de ir a la cama (al principio te relaja y aparentemente facilita el sueño, sin embargo, afectará la calidad del mismo provocando más interrupciones durante los distintos ciclos de sueño)
- Tomar café previo a ir a dormir
- Acostarse pensando en los problemas económicos o en la propia salud
- Tratar de conciliar el sueño esforzándose a dormir (esto solo causa el efecto contrario)
- Tomar habitualmente somníferos ya que su uso continuado provoca el efecto contrario. El uso continuado de somníferos cambios en la arquitectura del sueño, deterioro del estado de vigilancia durante el día, dependencia física, tolerancia por lo que hay que ir incrementando las dosis y si se retira, el desagradable síndrome de abstinencia.
Ambiente (¿Cómo es donde
duerme?):
Está
por demás claro que el ambiente donde dormimos influye dramáticamente sobre
nuestra capacidad para conciliar el sueño y en la calidad del mismo, por eso es
de sumo cuidado procurar tomar atención a los siguientes aspectos a cuidar:
- Ruido, ya que por encima de 40 decibelios afecta el sueño de ondas lentas y aunque creas que porque dormiste toda la noche ya tuviste un sueño reparador, en realidad tu calidad de sueño fue mala
- Presencia de luz en la habitación, por lo que hay que tenerla obscura en su totalidad de preferencia
- La temperatura de la habitación. Si tienes aire acondicionado o un calefactor, debes regular el termostato a una temperatura de confort para ti, de lo contrario te despertarás porque tienes mucho frío o mucho calor.
- El tipo de colchón. Inviértele un poco a tu colchón y cómprate uno de buena calidad
- La calidad de la almohada (una ortopédica no estaría mal)
- Una habitación fumigada para que los insectos y/o ratones no te hagan una mala pasada
Conclusión:
Si
cuidas cada uno de los puntos explicados anteriormente, en teoría podrás
mejorar sustancialmente la calidad de tu sueño, experimentando durante el día,
los beneficios de un sueño reparador. Si por el contrario y a pesar de haber
seguido las indicaciones continúas padeciendo insomnio, te recomiendo ver a un
médico para que evalúe tu estado físico y de no encontrarte nada, entonces ve a
ver a un psicólogo para que te evalúe, ya que por ejemplo, el insomnio es una
de las características de la depresión y con ella..¡no se juega, hay que
combatirla!
Bien,
espero que esta información les sea de utilidad y como siempre, si tienen
alguna duda o comentario pues son bienvenidas.
¡Los
dejo porque ya me dio sueño!
¡Un abrazo!
no puedo dormir, duermo cuando estoy demasiado cansada para pensar. por mas que intento no pensar en los problemas o en las cosas pendientes, no lo consigo. como puedo evitar esto.
ResponderEliminarPractica lo que te recomiendo en el punto "Conductas facilitadoras del sueño". También puedes practicar técnicas de relajación para que te olvides de tus preocupaciones a la hora de ir a dormir. ¡Creeme, sí funcionan!
ResponderEliminarBuenisimo C: gracias por el aporte
ResponderEliminarSaludos Levy!
Eliminar