“Un camino
hacia nuestra autoaceptación”
(1ra parte)
En el artículo anterior les
platicaba sobre lo que es la autoestima y cómo podríamos detectar si nuestra
autoestima es buena, baja o está inflada. En este artículo les brindo algunas
recomendaciones para trabajar con nuestra autoestima si esta se encuentra baja;
en otro artículo les hablaré cómo trabajar con ella si esta se encuentra
inflada, es decir, si tenemos un concepto sobrevalorado de nosotros mismos que
de alguna manera nos cause problemas en nuestras relaciones con los demás.
Para empezar con este tema
quisiera nuevamente repetir algunos de los rasgos característicos de las
personas con baja autoestima:
- Sienten que no tienen mucho de lo cual estar orgullosos
- Se sienten fracasados
- Se apoyan mucho en sus títulos universitarios para que vean que son “alguien” (en realidad en una máscara)
- Se sienten unos inútiles
- No se consideran “buenas personas”
- No se sienten dignos de aprecio
- No poseen habilidades asertivas
- Son vulnerables a las faltas de respeto de otros
- Se expresan negativamente de ellos mismos
- Desearían intensamente ser otras personas
- Tienen tendencia a la codependencia
- Pueden tener tendencia a buscar constantemente la aprobación de otros (aquí entran los perfeccionistas)
Bueno, mi propuesta es a partir
del conocimiento de las distorsiones cognitivas y de la habilidad para realizar
planes de superación personales, de manera que aumenten nuestra confianza en
nosotros mismos.
Partiendo de las
distorsiones cognitivas que menciona el Dr. Aaron Temkin Beck, les propongo
reestructurar sus patrones de pensamiento de la siguiente manera: